MLTV 1401-6 /2017/ Intercultural and Language (ICL) / Tailandia

MLTV 1401-6 /2017/ Intercultural and Language (ICL) / Tailandia

 

Entidad organizadora

Volunteer Spirit Association (VSA)

Localidad

Sakon Nakhon, Tailandia.

La experiencia en el campo

Me llamo Carla y soy de Manresa, una ciudad situada cerca de Barcelona. Tengo 26 años y estudié la carrera de Educación Primaria. La acabé hace dos años, pero no había manera de encontrar trabajo en este campo. Por eso, a principios del 2017 tomé una decisión: quería vivir una experiencia única, interesante y emocionante, hacer alguna tarea de voluntariado sobre la educación en algún lugar del mundo. Después de buscar y contactar con diferentes asociaciones, finalmente encontré COCAT y a continuación, COCAT me brindó la oportunidad de venir a Tailandia colaborando con la VSA (Volunteer Spirit Association) para participar como maestra de inglés en una escuela-internado de Sakon Nakhon, en el nordeste de Tailandia.

Después de un largo viaje, el 31 de octubre llegué al sur de Tailandia, no a mi destino final. La primera semana estuvimos con VSA para introducirnos en la cultura tailandesa y conocer otros voluntarios de Francia e Indonesia también de VSA. El taxi se paró en un pequeño barrio donde viviría mi primera semana en Tailandia. Hicimos algunos amigos tailandeses que trabajan por la VSA que nos ayudaron a estar bien, cómodas y, poco a poco, sentirnos mejor. Hicimos muchas actividades juntos aquellos días. En solo cuatro días, aquellas personas eran como mi familia. Pero la semana acabó y el domingo tuve que tomar dos vuelos para ir a Sakon Nakhon para empezar mi proyecto. Era momento de decir adiós a los otros voluntarios.

Seguía mi aventura sola y otra vez en aeropuertos. Dos maestros de la escuela me esperaban en el aeropuerto de Sakon Nakhon. Después de unos cuarenta minutos en coche, llegamos a la escuela-internado donde viviría y trabajaría como voluntaria hasta marzo.

El día siguiente empecé las clases. Era un lunes por la mañana y estaba muy nerviosa. Un maestro me vino a buscar a casa para acompañarme al lugar donde se almorzaba y después al lugar del patio donde levantan la bandera cada mañana y hacen una primera charla mañanera. Allá me tocó presentarme ante ellos. Cuando conocí a los otros maestros me sentí bien, todo el mundo me sonreía y parecían contentos de mi llegada pero a la vez yo me notaba tan nerviosa. Todo era nuevo.
Aquella mañana me prepararon el horario de las clases y una vez hecho me dijeron que ya podía ir a la siguiente clase y empezar. Así, de repente! Evidentemente tuve que improvisar la primera clase y qué nervios! Pero fue bastante bien, qué experiencia! Fue realmente interesante porque, a pesar de los alumnos no hablan inglés, pudieron comprender el juego y jugaron muy bien. Desde entonces he ido mejorando las clases, adaptándolas a sus edades y conocimientos, variando actividades, centrándome en enseñar un inglés útil para ellos, utilizando proyecciones, haciendo manualidades, muchas actividades de habla y escucha, también alguna ficha, he aprendido muchas estrategias para hacer el inglés divertido e interesante. Los maestros todo este tiempo me han dado libertad absoluta para prepararme las clases y para mí esto ha sido apasionante. Ha sido todo un reto enseñar inglés a niños de 6 años hasta a jóvenes de 18.

He aprendido tantas cosas nuevas conviviendo con ellos cada día: el lenguaje, la cultura, las clases, el calendario, la comida, las normas, el humor, etc. El inicio fue duro, muy duro. Quizás lo que me resultaba más incómodo al principio eran las miradas de todo el mundo a todas horas. No diré que ahora que ya estoy acabando el proyecto ya no lo hacen… pero te acabas acostumbrando y lo entiendes, prácticamente no han visto nunca gente europea!

He aprendido unas cuántas palabras en tailandés. Me gustan los idiomas y tenía interés en aprender, también para las horas de clase y poderme comunicar un poco con los alumnos en su lengua. Es muy interesante ver como tú enseñas inglés pero, creo que ellos me han enseñado más cosas a mí que yo a ellos. En esta escuela también he observado como parte de las asignaturas estándares que nosotros conocemos (como ciencias, lengua, matemáticas, etc), por la tarde dedican las horas a practicar aspectos de la cultura tailandesa, como danza, música, religión, arte, manualidades, etc.

Aparte de hacer de maestra en la escuela, a lo largo de estos meses en Tailandia he vivido otras bonitas actividades:
– En noviembre, durante la primera semana con los voluntarios vivimos el Festival del Kratong, se trata de hacer unas decoraciones de forma circular hechas con hojas de platanero y flores, poner una vela en medio y al atardecer dejarlo flotar en el río más cercano que se tenga. Todo el mundo hace el mismo y el río queda lleno de lucecitas preciosas.
– He visto muchos templos budistas diferentes y preciosos y en algunos, he tenido que subir muchos peldaños! Pero merecía la pena, desde arriba las vistas eran preciosas.
– Fui a Bangkok a finales de noviembre a ver el espacio construido en homenaje al último rey y sus cenizas. Era una excursión de la escuela y yo también fui como acompañante.
– Para renovar el visado tenía que salir del país y fui a Malasia a mediados de diciembre una semana con otra chica del VSA que tenía que hacer lo mismo. Primero fuimos a la ciudad de Penang por el tema del visado y después a una isla preciosa para desconectar antes de volver a la rutina.
– En la escuela hemos celebrado muchas cosas; visitas de monjes budas, la visita del ministro de educación, fiesta de Navidad, el día de los maestros, el día de los deportes y todavía queda el final de curso, que será en marzo.

Ahora ya solo me queda un mes y creo que cuando vuelva a Cataluña lo echaré de menos. Estos meses no solo he hecho un voluntariado como maestra de inglés; he vivido de manera relajada, sin prisas, feliz, saboreando cada día muchos aprendizajes, observando acciones y reacciones nuevas para mí, haciendo amigos, pasando miedos y superándolos, aprendiendo una nueva lengua, viviendo nuevas experiencias, probando una gastronomía nueva pero buenísima, no preocupándome tanto por los problemas, relativizar las cosas, vivir más con menos,… Por poco que pueda, volveré.

Me siento satisfecha y realizada y estoy segura que aquellos valientes que también lo quieran hacer, también se sentirán, y yo los animo!

Cómo prepararse el viaje

Yo empecé a pensar que quería hacer un voluntariado más o menos un año antes de hacerlo, y unos 9 meses antes estuve realmente informándome e interesándome por las opciones que tenía. Estuve unos dos meses mirando webs, haciendo alguna llamada y mensajes, y yendo a algunas charlas de diferentes ong’s. Finalmente la que más me sedujo fue COCAT y a partir de aquí ellos me guiaron y ayudaron mucho. Después vino el tema del seguro de salud, vacunas, billetes de vuelo y visado. El visado lo tuve dos meses antes de irme y las vacunas con un mes de antelación era suficiente para ponérmelas. Los billetes de vuelo los compré unos cuatro meses antes y tengo que decir que me lo estuve mirando bastante para que me saliera más o menos bien de precio y no fuera muy largo el viaje por el tema escalas. El seguro también fue fácil de hacer. Yo fui a una gestoría de confianza y les expliqué mi plan de viaje. Ellos me aconsejaron y tan solo tenía que hacer el pago.

La mochila fue lo que dejé para la última semana. Fue difícil pensar qué podía necesitar los siguientes 6 meses. A pesar de intentar ajustarlo, tengo que decir que puse alguna prenda de ropa de más (depende mucho del tiempo que haga y el lugar donde vayáis). En mi escuela, para hacer de maestra tenía que llevar cada día faldas negras o algún traje un poco elegante y blusones o camisas que también arreglen. Son las normas de la escuela, entonces tan solo el fin de semana me he podido poner la ropa que a mí más me apetecía, excepto pantalones cortos o camisetas de tirantes. Después de la experiencia creo que es mejor ir justa de ropa y si necesitas algo, ya te lo compras en el destino
(si el destino es barato, genial!) y será más adecuado a lo que necesitarás.
No es para nada difícil, lo que sí que recomiendo es ir con tiempo, sin prisas y hacerlo con calma e ilusión.

Introducción a la cultura y la sociedad

Tailandia era realmente un país desconocido para mí. No sabía prácticamente nada de la cultura ni de las normas. Ahora puedo decir que es un país donde todo el mundo es muy agradecido y está dispuesto a ayudarte si lo necesitas pero, en las zonas rurales donde yo he estado prácticamente nadie habla inglés, por lo tanto la dificultad de la comunicación es un hecho que dificulta bastante las cosas. Algunas personas de algún pueblo hasta les he visto cara de estado de «shock» al verme y todo el mundo, absolutamente todo el mundo, te mira sin ningún escrúpulo si eres de fuera y estás en zonas rurales.

Es un país con los roles de la mujer y el hombre muy marcados y normalmente las mujeres se sientan con mujeres y los hombres con hombres, pocas veces se mezclan cuando se sientan a mesa. Las maestras nunca llevan pantalones para dar clases a no ser que sea la equipación de deporte.

Otros aspectos curiosos para mí de la cultura es que tienen muy clara la jerarquía de edades, es decir que la gente joven sirve a la gente mayor. Tema contacto físico, nada. Casi nunca he visto que se hagan abrazos y menos aún besos. Su saludo siempre es con las manos juntas como si se rezara. Siempre se sacan los zapatos antes de entrar a algún espacio particular. No comen con el tenedor; en la boca solo la cuchara y para ayudarse utilizan el tenedor. Cuchillo no usan, solo para cocinar.

Cada mañana en la escuela se canta el himno ante la foto del rey y se iza la bandera. Cuando se canta el himno todo el mundo se queda inmóvil! Su idioma es totalmente diferente, igual que el alfabeto y me resultó curioso escuchar su melodía al hablar. Lo que pueden parecer preguntas, no lo son y lo que parece una expresión de sorpresa o de exclamación, tampoco lo es. Tienen una obsesión en querer ser blancos y cada día se ponen un tipo de polvo blanco en la cara. El Rey es como un Dios para ellos, le tienen una devoción absoluta y también a su religión budista. Todo el mundo tiene mucho conocimiento de su cultura pero en cambio son un país bastante cerrado y prácticamente desconocen las culturas de los otros países (al menos esto es lo que he visto en zonas rurales).

Cómo moverse

Para la primera semana de introducción a la cultura en el sur cogí un taxi des del aeropuerto hasta la casa de voluntarios, siguiendo las instrucciones de VSA. Después, para llegar a la escuela tuve que coger dos aviones; uno hasta Bangkok y después otro hasta Sakon Nakhon. Estos billetes me los pagó la asociación.

Una vez en la escuela prácticamente no me he movido. Si tenía que ir al pueblo, algún maestro en coche me acompañaba. Aquí en la escuela no llega el transporte público.

Cómo comunicarse

Te comunicas como puedes. Aquí prácticamente nadie habla inglés, pero es interesante ver como poco a poco ellos van aprendiendo un poco de inglés y tú, con ganas de hacerte entender, aprendes un poco de tailandés. Y es que la comunicación es tan importante!! También ayuda mucho el lenguaje corporal. Pero se tiene que ir con cuidado porque en Cataluña hay gestos que para nosotros son normales y ya entendemos como está la persona cuando lo hace solo con una mirada, pero ellos no. Para ellos ha habido gestos que yo he hecho que no han entendido. Y algunos gestos que hacen ellos que yo no sabía qué querían decir. Culturas diferentes!

Dinero

Aquí en Tailandia tienen Baths, 100 Baths equivalen a 2 euros y medio aproximadamente. Una comida buena y completa vale unos 70 Baths (noddles, ensalada y bebida). Muy barato. En general todo es mucho más barato que en Europa. Yo para venir a Tailandia llevaba euros en efectivo y además una tarjeta de crédito. Cambié al principio 3000 Baths (80 euros) aproximadamente en el aeropuerto para tener efectivo las primeras semanas. Pero me duraron mucho y aparte con la tarjeta de crédito puedes sacar dinero en los diferentes cajeros que puedes encontrar (a pesar de que en zonas rurales no hay muchas). La pega es que en los cajeros te cobrarán comisión así que si tienes que sacar, saca bastante dinero una vez, la comisión será menor en comparación si sacas poco dinero. Pero lo mejor es llevar euros en efectivo para cambiar de nuevo cuando se acaben los Baths. Por lo que hace donde guardar el dinero, pues en diferentes monederos. En uno siempre va bien tener los euros y el resto un poco repartidos en diferentes lugares.

Alimentación

Aquí sobre todo comen arroz acompañado con diferentes platos de vegetales, cerdo, pollo, sopas, ensaladas,… Todo esta muy bueno y la mayoría son picantes, algunos menos que otros. También son muy típicos los boles de noodles con vegetales y cerdo, pollo, pez, calamares o gambas. Acostumbran a hacer la comida al vapor, cocido y a veces salteada a la paella.

En la escuela hacemos tres comidas. A las 7:30 de la mañana almorzamos, a las 12 comemos y a las 18 cenamos. En todas las comidas se come lo que comentaba; arroz con algún acompañamiento. A pesar de ser siempre similar, a mí me gusta mucho y hasta ahora no me he cansado. Las comidas siempre las hemos hecho en la cantina de las maestras, a pesar de que algún día vayamos a algún restaurante o feria y comemos fuera, o compramos ingredientes y hacemos alguna cena bajo el porche de la casa de algún maestro.
Tienen muchas frutas frescas y buenísimas que compensan el picante de las comidas.

Viajar antes o después del campo

Creo que depende del proyecto. En mi caso, yo he hecho escapadas de fin de semana por los alrededores de la escuela y en diciembre tuve que ir una semana en Malasia para renovarme el visado y la escuela me concedió la semana de fiesta. Pero quizás aconsejo más viajar después del proyecto, yo de hecho lo haré. El proyecto lo acabo el 10 de marzo y hasta el 30 estaré por Tailandia de viaje.

Yo recomiendo viajar después. Antes yo no lo haría, creo que se disfruta más después, puesto que conoces más bien la cultura, estás más integrado en el país y entiendes mejor las cosas, las vives de diferente manera.

Otros consejos

Importante tener un enchufe universal. En principio Tailandia está adaptado para nuestros enchufes también, pero por si acaso, no ocupa mucho y te salva en algunas ocasiones. Ropa ancha, fresca y de manga larga y pantalones largos, según donde vayas será lo más idóneo.

Los Tailandeses todo el día, y casi a todas horas ríen; te miran y ríen, los hablas y ríen… parece que rían de ti pero, no hagas caso. Son así de simpáticos. Es su cultura y ríen porque realmente están felices y les gusta que estés.
El primer mes es duro, tranquilo/la. Respira. En unas semanas todo se ve diferente. Calma y ten paciencia. No pienses. Tan solo vive el día a día y lo que se te presente.

 

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