Tanzania – Mwanga

Tanzania – Mwanga

Entidad organizadora

Uvikiuta

Localidad 

Mwanga, Tanzania

La experiencia en el campo

El campo de trabajo era organizado por Uvikiuta, organización consolidada con años de experiencia y con proyectos muy diversos en marcha. Mi campo de trabajo fue en Mwanga, capital de la provincia homónima de la región del Kilimanjaro, en el nordeste de Tanzania y en la base de la gran montaña. En cuanto al alojamiento tuvimos suerte porque el pueblo nos dejó una casa que había sido construida por los alemanes y disponía de váteres europeos (normalmente allí solo encontrarás comunas, más o menos limpias), duchas con agua corriente (allí la ducha normal es con cubos de agua) y electricidad. El agua y la luz se iban a menudo, pero, comparado con muchos campos de trabajo que nunca tienen, era todo un lujo. Dormíamos repartidos en cuatro habitaciones, chicos y chicas separados.

El proyecto en si se trataba de ayudar en la construcción de un campo de fútbol en el pueblo. Nosotros, concretamente, estuvimos ayudando a construir las graderías y básicamente nuestro trabajo era transportar arena. Hace falta que no te engañes y comprendas que el trabajo que vas a hacer es, sobre todo, simbólico y el valor más importante es el intercambio cultural con la población, durante toda tu estancia y mientras trabajas. El trabajo en sí que nos tocó a hacer a nuestro grupo era físicamente duro y un pelmazo, así que hace falta que vayas preparado para hacer de todo. Por otro lado, no supimos con exactitud qué tendríamos que hacer hasta el mismo día que empezamos a trabajar (el problema de la información ya mencionada). Realmente no te puedes fiar de lo que te dice el infosheet, a menudo muy inconcreto, y, de hecho, es mejor ir preparado para hacer cualquier cosa.

Nuestro grupo del campo de trabajo estaba formado por unas treinta personas, de ocho países diferentes (Finlandia, España, Italia, Francia, Portugal, Alemania, Irlanda y Tanzania) y de edades variadas, entre los 18 y los 38 años. A pesar de convivir veinte días durante 24 horas con la misma gente, nos avinimos mucho e hicimos muchas cosas todos juntos.

El día a día del campo de trabajo consistía en levantarnos a las siete de la mañana, almorzar, e ir al campo de fútbol de 8 a 12 a hacer el trabajo. Después íbamos a comer y a ducharnos (porque acabábamos llenos de arena por todas partes después de trabajar). Por las tardes hacíamos actividades varias de tipos sociales (charlas con grupos y autoridades locales, visita de orfanatos, centros de mujeres, asociaciones de ayuda a la prevención del sida, escuelas, negocios locales, etc.), turísticas (visita de ciudades y pueblos, excursiones en la montaña, etc.) o teníamos tiempo libre. Por las noches se hacían juegos y las noches culturales, en las cuales cada voluntario tenía que presentar su país al resto. Los fines de semana también se organizaban las visitas turísticas más grandes, como por ejemplo las visitas de parques naturales, safaris, etc. Todas estas actividades estaban organizadas por Uvikiuta. Una vez el primer día nos reunimos todos los integrantes del campo de trabajo y decidimos qué temas nos interesaban, qué actividades queríamos realizar y qué lugares visitar.

En cuanto a la organización, los 2-3 primeros días los pasamos en la sede de Uvikiuta a Dar es Salaam. Durante estos días nos fuimos reuniendo todos los participantes y sirvieron para familiarizarnos con el país, explicarnos el proyecto que íbamos a hacer y conocernos un poco. También nos presentamos al group leader (monitor), que es la persona que se ocupa de dirigir el campo de trabajo y está contigo toda la estancia. Un vez llegamos a Mwanga, para distribuirnos las tareas del hogar cada día dos personas no iban a trabajar y se quedaban ayudando a las cocineras (sí, teníamos dos tanzanas que se ocupaban de tenernos la comida siempre lista a mesa!) y a limpiar la casa.

Cómo prepararse el viaje

Coses útils a ficar a la maleta

  • Linterna (las noches africanas son oscuras).
  • Pilas y carretes fotográficos (son difíciles de encontrar y caros).
  • Cámara digital y móvil. Si puedes, contacta con tu organización y pregúntales qué facilidades eléctricas tendrás. Si no, siempre te los puedes llevar (aparte de una cámara analógica) y una vez allí ver como te lo puedes montar (algunas tiendas ofrecen servicio de recarga e incluso para pasar las fotografías de la tarjeta de la memoria a un CD). Por la cobertura del móvil no te preocupes, los tanzanos están viviendo el boom del móvil!
  • Jabón para lavar la ropa.
  • Juguetes y tonterías para regalar a los niños, ropa vieja o material diverso para dar a la organización misma u otros lugares como por ejemplo asilos de huérfanos.
  • Ropa: algún jersey que abrigue (aunque parezca mentira por las noches refresca mucho!); ropa vieja para ensuciar si haces trabajos al aire libre; zapatos: al menos unos de cómodos y resistentes y unas chanclas, y otro par tipo sandalia tampoco va mal; algo más formal por si hay alguna ocasión que lo requiere (piensa que a los tanzanos se los gusta mudarse tan pronto como pueden); y una gorra o pañuelo para cuando el sol pica.
  • Fotografías de tu familia, donde vives, etc. (siempre va bien para entrar en contacto con el resto de la gente del campo y la población local). Información, fotografías, objetos, etc. referentes a tu país para preparar tu noche cultural (incluyendo una bandera).
  • Una almohada para el avión y para dormir algo más cómodo!
  • Botiquín: al menos llevar un botiquín básico con material de cura de heridas leves, algún analgésico y antibiótico general, y reservas de medicinas que necesites a nivel personal.
  • Vacunas y profilaxis: pide hora con tiempo en algún centro de vacunación tropical y allí ya te informarán de qué vacunas te tienes que poner y la profilaxis por la malaria que más te conviene (en principio la Lariam® y la Malarone® son las más eficaces).
  • Otros: lleva pastillas para potabilizar el agua, por si acaso, toallitas íntimas por si hay carencia de agua algún día, jabón desinfectante que no requiera agua (con base de alcohol; pregunta en las farmacias), tampones si usas (casi no se encuentran), una buena crema de protección solar y aftersun, un buen repelente de mosquitos y una mosquitera (estos dos son ultra imprescindibles).
  • Visado: lo mejor y más seguro es tenerlo antes de ir hacia el país, pero el problema es que en España no hay embajada tanzana así que tendrás que hacerlo en París o Londres. Si lo haces por vía correo tendrás que enviar tu pasaporte. También te lo puedes hacer directamente cuando llegues al aeropuerto de Dar es Salaam, donde en principio no tendrás ningún problema. Puedes consultar los requerimiento por el visado y otras cuestiones para viajar a Tanzania a la página del MAE.
  • Introducción a la cultura y la sociedad

    Tanzania es uno de los países más pobres del mundo pero también uno de los países donde la gente es más acogedora. A pesar de que en los países vecinos a menudo suceden conflictos, la tranquilidad y la paz reinan en el país. La pobreza es visible en todas partes, pero en general también la alegría de vivir. Tanzania, y África en general, son un mundo diferente, donde el tiempo y el sentido de la vida toman una dimensión desconocida para la cultura occidental. Podéis consultar estos links para encontrar los datos básicos del país:

    https://cia.gov/cia/publications/

    factbook/index.html

    http://www.lonelyplanet.com/worldguide

    /destinations/africa/tanzania?a=facts

    http://www.lonelyplanet.com/worldguide

    /destinations/africa/tanzania/essential

    (todos en inglés)

    Ritmo de vida africano: hazte a la idea que allá el concepto del tiempo toma otra dimensión y sentido. Es imprescindible que dejes atrás horarios, prisas y estrés si no quieres acabar loco. No pretendas planificar mucha cosas: nunca sabes cuántas horas puedes estar para hacer la mas mínima cosa y los planes cambian constantemente o no resultan ser lo que pensabas. Y las cosas funcionan del mismo modo en cuanto a estar informado; es todo un reto! Así que cambia de mentalidad y ten paciencia.

    Mzungu: familiarízate con esta palabra porque la vas a escuchar muy a menudo. Mzungu es la expresión usada en swahili para decir ‘hombre blanco’. Verás como te apuntarán con el dedo (grandes y, sobre todo, pequeños) y te repetirán diez veces “Mzungu! Mzungu”, pero no te lo tomes como una ofensa porque generalmente solo es curiosidad (especialmente si te lo dicen niños). Cuando te lo dicen en tono despectivo ya lo notas y, en estos casos, es mejor hacerse el sueco y pasar de ello. El racismo no está muy extendido en Tanzania y en principio los forasteros son muy bien acogidos, pero tampoco es una rareza.

    Interacción social: los tanzanos son un pueblo sociable, no te sorprendas (sobre todo si estás fuera de la ciudad) si todo el mundo te saluda. Antes que nada ten en cuenta que por el hecho de ser extranjero y blanco ya les despiertas una gran curiosidad y, a menudo, te sentirás un poco como un animal de circo en exposición, pero no hay malicia. Así que cuando te saluden, contesta el saludo o entonces sí que te mirarán mal. Tampoco te extrañe que aparte de saludarte empiecen una conversación contigo y que cuando lo hagan incluso te cojan las manos mientras te hablan. Un apunte especial por si te adentras en el mundo del baile africano, es decir, si vas a alguna discoteca o participas en alguna fiesta.

    Mujer: si eres mujer, ten en cuenta que Tanzania es un pueblo muy religioso (ya sea cristiano o musulmán) y por tanto son bastante conservadores en cuanto al concepto de la mujer, sobre todo en cuanto a su imagen. Con los extranjeros todo es más permisivo pero allí no está bien visto que las mujeres vayan demasiado destapadas. La camiseta de tirantes y los pantalones cortos (tan útiles, por otro lado, con el calor que corre por allá durante el día) te convertirán en objeto de controversia, esto si no consideran directamente que eres una prostituta. Lo mismo en cuanto al fumar y al beber, allá solo lo hacen las prostitutas y aunque entienden que los extranjeros tienen otras costumbres, te mirarán muy mal. Si puedes, evita fumar en lugares muy públicos o, cuanto menos, hazlo disimuladamente si no quieres tener diez mil ojos clavados en tú (y alguna que otra propuesta indecente).

    Cómo moverse

    En Tanzania hay dos aeropuertos grandes: el de Dar es Salaam, el principal y el de Arusha (Kilimanjaro), en el Norte y base de las expediciones al Kilimanjaro. Aunque tu campo de trabajo pueda estar más cerca de Arusha que de Dar es Salaam, el punto de encuentro los primeros días con el grupo será, lo más probable, en Dar es Salaam. Lo mejor es que llegues a Dar es Salaam, sobre todo si es la primera vez que viajas al país y todavía más si es tu primera vez en el continente africano; el choque cultural, la confusión inicial y el caos inherente ya son suficiente aventura para empezar.

    El aeropuerto de Dar es Salaam no es muy grande, pero encontrarás todas las facilidades típicas de un aeropuerto internacional: bares, restaurantes, tiendas, puntos de comunicación, etc. El único problema será quizás conseguir información, pero ten en cuenta que en África todo se toma su tiempo, así que paciencia y persistencia. Si quieres más información sobre este aeropuerto consulta la siguiente página web: https://azfreight.com/airport/dar-es-salaam-julius-nyerere-international-airport/ (en inglés).

    En cuanto a llegar al punto de encuentro, no es difícil. Tenéis varias opciones. La primera (y más recomendable y tranquila) es contactar previamente con la organización y pedirlos que te vengan a buscar (acostumbran a ofrecerse ellos mismos, así que no te costará mucho). Tan solo te tienes que asegurar de que habéis quedado bien con la hora, el día y el lugar, y no te desesperes si no ves a nadie en un primer momento, seguramente tan solo llegan tarde (el ritmo de vida africano se plasma desde el principio). Para estos imprevistos, aseguraos de tener un número de contacto.

    La segunda opción es coger un taxi. Encontrar uno no te será nada difícil, más bien, lo que te costará, será sacártelos de encima! Recuerda: paciencia y calma porque los vendedores de Tanzania son persistentes, muy persistentes, hasta el punto de agobiarte. Así que lo mejor es no estresarte y ser amable. Un “hapana, asante” (no, gracias) es un poco violento para los locales pero como último recurso se dan por aludidos. El coste del viaje es de turista (así que no es tan económico) y en dólares, pero de todos modos si vas con los de la organización seguramente también os harán pagar el viaje, así que al final es el mismo.

    El transporte estrella para moverte en distancias cortas (dentro de la ciudad y trayectos de hasta tres horas aproximadamente) es el Dalla-dalla. Si no te importa ir embutido dentro de espacios pequeños mientras disfrutas de las sacudidas de las maravillosas carreteras tanzanas, te encantará ir en Dalla-dalla. Si no, empieza a hacerte la idea porque a menudo es la única opción posible teniendo en cuenta que te alejarás de los circuitos turísticos y, por otro lado, los precios de los trayectos son realmente baratos: oscilan entre los 200-300 chelines (15-18 céntimos de euro).

    Si queréis un precio económico tenéis que coger el transporte público local (menos de un euro), los llamados Dalla-dalla. Tanzania está llena de estas mini-furgonetas, normalmente viejas y destartaladas y con una capacidad real de carga siempre muy superior a la teórica. Sabes el dicho “donde caben diez, caben veinte”? Pues os puede dar una idea.

    Ir con Dalla-dalla es una experiencia que no te puedes perder si quieres sumergirte en la cultura y forma de vivir reales del país, pero, sin duda, no es la opción más aconsejable como primer contacto. Las paradas no están señalizadas y no son del todo fijas, y saber qué Dalla-dalla tienes que coger es realmente difícil si no eres de allí (sin contar con la dificultad del idioma). Para ir con Dalla-dalla hace falta que primero algún tanzano te haya enseñado como hacerlo y ya te hayas familiarizado un poco con el entorno, ya tendrás tiempo. Bueno, de hecho seguro que irás con Dalla-dalla diez mil veces después, así que no tengas prisa.

    Cómo comunicarse

    No hay que decir que la barrera idiomática es un gran problema en la hora de comunicarse con los locales. En Tanzania los idiomas oficiales son el swahili y el inglés, pero en la práctica, es solo el swahili. A pesar de que el inglés se estudie en las escuelas (de hecho, toda la secundaria se hace íntegramente en inglés), el nivel de conocimiento del idioma es bajo en el total de la población. Solo la población joven y que está estudiando y la gente con cargos más altos o de cara al público en las ciudades o núcleos más turísticos pueden seguir una conversación en inglés. El resto lo chapurrean más o menos bien o directamente no tienen ni idea. Esto hace que la comunicación con los locales sea a menudo un problema y requiera de mediadores.

    Por suerte, el lenguaje universal de los signos funciona perfectamente en Tanzania y, de alguna manera u otra, te acabas haciendo entender para las cosas básicas como ir a comprar, pedir alguna dirección, etc. Hay que decir, pero, que tendrás mucho ganado y podrás entrar mucho más en contacto con la gente de allá si te aprendes unas cuántas frases básicas en swahili. Las guías de viaje llevan normalmente una sección de vocabulario e introducción al idioma, y si no también hay diccionarios de mano o pequeños libritos de conversación. No hay que decir, que el idioma de comunicación en el campo de trabajo es el inglés. No hace falta que lo domines, pero sí que al menos debes hacerte entender y poder mantener una conversación mínima para que se pueda establecer una buena comunicación y relación con el resto de voluntarios.

    Dinero

    La moneda de Tanzania es el chelín tanzano (TZS), dividido en 100 centavos, y 1€ equivale a unos 1.700 TZS. El coste de la vida allá es realmente barato para nosotros siempre y cuando no te acerques a los núcleos turísticos, adaptados al bolsillo occidental. También tienes que tener en cuenta que en los lugares turísticos suelen preferir –o, incluso, exigir– dólares (americanos).

    Antes que nada, conviene que lleves encima tanto dólares como chelines. En Cataluña no podrás conseguir chelines tanzanos, así que puedes optar para cambiar euros por dólares o llevarte, directamente, euros en metálico. En las grandes ciudades y a los núcleos turísticos no tendrás problemas para encontrar oficinas de cambio de moneda (conviene que mires los diferentes cambios que te ofrece cada una, porque pueden variar ligeramente), tanto euros como dólares. En el resto del país, la cosa ya se complica bastante y, dado que es difícil saber de antemano sí en el lugar donde estarás podrás cambiar dinero, lo mejor es que aproveches los primeros días en Dar es Salaam para cambiar todo el dinero que necesites para tu estancia (incluso lo puedes hacer en el aeropuerto mismo cuando llegues). No es muy recomendable llevar cheques de viaje, porque aunque puedes encontrar lugares para cambiarlos, no hay muchos y, evidentemente, solo en las grandes ciudades y núcleos turísticos. Lo mismo para lo que hace a las tarjetas de crédito. Los cajeros también son muy escasos (en Dar es Salaam, y en Arusha y Moshi solo uno en cada ciudad), así que una tarjeta de crédito es útil, pero solo para emergencias o por si te estás muchos días y no quieres llevar todo el dinero encima. Apunte importante: tienen que ser obligatoriamente de tipo VISA!

    Cuánto dinero tengo que llevar? Transportes (aeropuerto, hasta el campo base, excursiones varias, etc.): 50€; vida diaria: teniendo en cuenta que la comida y el alojamiento ya están pagados, el coste de vida diario es mínimo. Gastarás, básicamente, en caprichos y, aun así, con unos 25€ puedes pasar más que de sobra durante veinte días; actividades extras y visitas: la mayoría son actividades culturales gratis (visitas a centros, escuelas, etc.), pero siempre tienes que contar con un fondo para las visitas más turísticas de los fines de semana. Si sales con una idea más o menos de las cosas que quieres ver y hacer, puedes consultar las guías y hacerte una idea más aproximada de cuánto dinero necesitarás (aconsejable un mínimo de 100€ para poder hacer un poco de turismo y aprovechar la estancia en el país, y más dinero si se pretende viajar por cuenta propia antes o después del campo de trabajo).

    Alimentación

    Como en el resto de apartados, lo más útil para hacerse una idea de la cocina tanzana es consultar guías de viaje o alguna bibliografía especializada.

    La cantidad, calidad y variedad de la comida que te dan en el campo de trabajo varía en cada caso, pero ten por sentado que no te morirás de hambre. Además, la comida o bien lo cocinas tú (y, por lo tanto, sabes en todo momento que estás comiendo o estela de comer) o bien tienes cocineros que te lo preparan y que son conscientes de que están cocinando para gente no adaptada a la comida de allí. En mi caso, la cantidad era abundante y la calidad buena, lo único que falló fue la variedad. Al final te acaba cansando el menú a base de arroz, ugali (una masa hecha con harina de maíz y agua), patatas, salsa de verduras, salsa de carne y espinacas; cada día, para comer y para cenar!

    Agua: embotellada o siempre hervida (el gusto a humo no es una maravilla, pero te acabas acostumbrando). Sino puedes conseguir ni una cosa ni la otra, ten a mano pastillas para potabilizar agua (que también tienen un gusto asqueroso pero funcionan).

    Frutas y verduras frescas: lo más aconsejable es no consumir (y menos de paradas en la calle) porque no sabes qué tratamiento han recibido y aunque no sean nocivos para los locales, para tu estómago podría ser mortal. Lo mejor es que todo el que comas esté cocinado de alguna manera u otra.

    Carne: si vas a alguna carnicería de allá probablemente no te apetezca volver a comer carne mientras estés allá (la tienen toda colgada al sol durante todo el día y con miles de moscas alrededor). No es peligroso comer carne, pero asegúrate que ha estado muy cocinada y ten en cuenta que no hacen distinciones en qué parte del animal echan a la olla; te puedes encontrar tanto un trozo de lomo como de hígado en el mismo plato.

    Bebidas y alimentos embotellados o en conserva: en principio ningún problema.

    Viajar antes o después del campo

    Sea como fuere, intenta reservarte algunos días para viajar por tu cuenta porque si no tendrás la sensación que has desaprovechado, en parte, tu viaje. La experiencia del campo de trabajo es única, pero normalmente no te mueves demasiado del lugar donde estás y que hagas más salidas turísticas o no durante el fin de semana puede depender de muchos factores (proximidad, grupo, organización, etc.). No sabes cuando podrás volver a Tanzania otra vez, así que espabílate y aprovecha al máximo tu estancia en el país! Aquí especialmente, una guía es imprescindible. Una de las más completas y que podréis adquirir fácilmente a las librerías de Cataluña es la de Tanzania de Lonely Planet (en castellano). También podéis consultar la librería de viajes Altaïr (Gran Vía, 616 – Barcelona).

    Safaris: visita obligatoria si vas a Tanzania. Los mejores son los Serengetti y el del cráter del Ngorongoro, pero la oferta es muy variada. Eso sí, tampoco hace falta que te los recorras todos porque al final, aunque los paisajes sean diferentes, te acabarás aburriendo de ver animales. Hay safaris de todo tipo (de un día, varios, a pie, paquetes de safaris con entrada —unos 50 dólares cada parque— y hotel, etc.) y los precios son muy variados también (de 100€ a más de 1.000€). Para entrar a los parques nacionales es necesario hacerlo con un tour operador con licencia, así que no tienes otro remedio que apuntarte a un viaje organizado o hacer un grupo con los mismos voluntarios y contratar uno. Ten mucho cuidado a la hora de escoger el tour operador porque las mafias y estafas abundan y nada mas llegar a las ciudades base de los safaris (Moshi y Arusha) te agobiarán con diez mil ofertas de safaris. Si no estás seguro de la legalidad de la empresa, pide la licencia; puedes consultar la lista negra de tours operadores en las siguientes páginas web: http://www.tanzania-web.com o http://www.tatotz.org (ambas en inglés). Y léete tranquilamente el contrato de compra antes de contratar el servicio.

    Pueblo Massai: es una experiencia única, pero completamente influida por el turismo. Antes de entrar negocias el precio (unos 5 dólares) con los habitantes del poblado y también las condiciones (si incluye bailes y cánticos, fotografías, etc.). En resumen, todo muy antinatural.

    Kilimanjaro: es una de las grandes maravillas del continente africano y del mundo y, por supuesto, merece la pena verlo. La entrada cuesta unos 90 dólares, así que a no ser que seas un amante del alpinismo y realmente tengas ganas de subirlo no hace falta que vayas expresamente al Kilimanjaro. Si estás por la zona, sí que te puedes acercar a alguna de las entradas del parque (te dejan entrar a la zona base donde hay las tiendas) y visitar la zona del alrededor (el pueblo de Marangu entre otros, y hay unas cascadas que valen mucho la pena).

    Zanzíbar: si después del campo de trabajo quieres relajarte unos días en playas de agua cristalina y arena transparente, la isla paradisíaca de Zanzíbar es el lugar ideal. Hay ferris diarios de Dar es Salaam hasta la isla a precio de Dalla-dalla y alojamientos de todo tipo de precios. El único problema es que está infestado de turistas, pero si buscas bien todavía puedes encontrar lugares apartados y únicos.

    Dar es Salaam: en la capital práctica de Tanzania no hay mucho para ver, pero si te tienes que pasar algún día siempre puedes consultar la guía.

    Ruta tren (Lago Victoria y Dodoma): las dos líneas de tren que hay en Tanzania son una nueva forma de turismo. El trayecto más famoso es el que va de Mwanza, base del lago Victoria (lugar interesante a visitar también), a Dodoma, capital de Tanzania. Esta página te ofrece una gran cantidad de información relacionada con las rutas de tren: http://www.seat61.com/Zambia.htm

    Otros consejos

    Comunicaciones: todo dependerá en la zona en la que estés, pero si estás en un pueblo medianamente grande (5.000-10.000 habitantes), tendrán algún ciber café (están muy de moda) o incluso en la escuela o instituto del pueblo te podrás conectar a Internet por menos de un euro la hora. En cuanto a los teléfonos, encontrarás al menos un locutorio en cada pueblo o puedes usar el teléfono de algún bar u hotel.

    Seguridad: en principio Tanzania es un país bastante tranquilo pero, como todo por todas partes, en las ciudades y lugares turísticos hay que vigilar con los carteristas. Por eso es conveniente que siempre lleves el dinero y el pasaporte y demás documentos en un lugar muy seguro (las riñoneras interiores son muy útiles). En el campo de trabajo, puedes pedir si tienen algún lugar seguro para guardar todo esto y así solo llevas la cantidad justa de dinero.

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