Vietnam – Bo De Pagoda

Vietnam – Bo De Pagoda

Entidad organizadora

VPV

Localidad, pueblo

Bo De Pagoda

 

La experiencia en el proyecto

Cuidado infantil, tanto niños como niñas, a Bono De Pagoda, un orfanato de la ciudad. Más tarde, me incorporé a otro proyecto, a la Youth House, donde daba clases de inglés a niños, niñas y adolescentes. Mi incorporación aquí fue para sustituir a un voluntario que se quedaba más tiempo en Hanoi y que dejaba este proyecto para incorporarse a otro. Fue una cosa que surgió ahí mismo, no estaba previsto, pero los coordinadores me lo dejaron hacer.

En el orfanato hay una rutina aunque esta puede ser que cambie según los coordinadores que haya en aquel momento. Hay que decir que a menudo uno tiene la sensación de desorganización, puesto que si comparamos la manera de hacer oriental con la nuestra nos parecerá que aquello es “xauxa”, pero hay que entender que se trata de un hecho cultural e intentar hacer un cambio radical por parte de los voluntarios internacionales quizás violentaría a los autóctonos. A ellos los gusta así y hay que respetarlo, en la medida de lo posible. No quiero decir que no haya unos hábitos y una rutina, pero son más flexibles, más desordenadas.

Los niños pintan y juegan entre una hora y una hora y media. Después almuerzan (lo que haya, normalmente son dulces, pocas veces fruta. Si se lleva algo a los niños, es una buena idea llevar fruta para merendar o almorzar! La podemos comprar muy cerca de allí y muy barata!). Después de jugar algo más, los voluntarios se van a comer, aproximadamente a las 11h o las 11:30h. Sobre las 12 pasadas se vuelve al orfanato. Los voluntarios juegan y pintan con los niños o bien hacen siesta, hasta que son más o menos las tres del mediodía.

Tal como he dicho estuve en dos campos y por tanto os puedo explicar también esta experiencia. Un día en la Youth House: en la escuela es diferente, por la mañana se da clase, pero los voluntarios internacionales solo están en las clases de inglés, por lo tanto llegan cuando les toca, después se come todos juntos. El cocinero hace la comida y también tiene ayudantes. Entonces se come en dos grupos, algunos monitores con el grupo de grandes y algunos otros con el grupo de pequeños. Después hay un rato de recreo, los niños pueden hacer siesta, juegos, distraerse mirando la televisión, etc. Después de esta hora y pico de descanso se retoman las clases (pero puede ser que los voluntarios internacionales no se queden, si es que les toca clase en vietnamita. Es decir, en función de la lección, los voluntarios se quedan o no).

 

Introducción a la cultura y la sociedad

Como la mayoría de la gente, antes de irme consulté algunas guías, como la Lonely Planet (esta está muy bien!). Algunos de los aspectos que destacaba era:

  • Llevar ropa que cubriera los hombros y las rodillas, puesto que llevarlos descubiertos era símbolo de no respeto hacia la cultura/religión vietnamita. Creo que es bueno tenerlo en cuenta a pesar de que en una gran ciudad ni los autóctonos lo respetan. Pero en un pueblo está bien mantenerlo ya que las tradiciones sí que siguen siendo bastante más presentes.
  • Aprender a comer con los bastones. Resulta divertido y a los autóctonos les gusta que te integres, lo aprecian mucho.

 

Cómo moverse

El mejor transporte es la moto; todo el mundo va en moto y es muy asequible su alquiler. Yo nunca alquilé ninguna porque cuando llegué todos los voluntarios tenían y como que éramos más de uno en los proyectos, uno u otro me llevaba. Si uno no se atreve con la moto (hay que ser un un poco hábil o tener facilidad, puesto que hay muchísimas motos y a veces el transporte es un caos, pero no hay que sufrir; uno se adapta y casi todo el mundo se acaba acostumbrando!).

También hay una red de buses que funciona muy bien, eso si, a menudo resulta complicado para alguien que no es autóctono debido a la dificultad de la lengua. Hace falta la ayuda de un nativo para llegar a moverse bien en bus. Si solo tienes que hacer una sola ruta, puede ir bien, pero para moverte por todas partes de la ciudad, puede ser difícil.

 

Cómo comunicarse

Es importante aprender cuatro palabras de la lengua, por ejemplo, los números (muy útiles a la hora de ir a comprar, puesto que a menudo hacen que el precio no esté tan hinchado, no te ven tan “turista”) y las maneras de dirigirse a las personas (tienen varias maneras de hacerlo en función de si la persona es amigo, es más grande o más joven que uno).

Uno puede sobrevivir perfectamente en inglés, aunque no todos los niños lo hablan, algunos (la mayoría) saben algunas palabras, se medio defienden, pero también puede ser que con algunos tengáis que hablar con signos. También es útil aprovechar que tienes a los voluntarios autóctonos para hacerte entender con los niños, ellos pueden hacer de traductores, son gente muy amable y normalmente no tienen ningún problema para hacer de intérpretes, si hace falta. Con la gente joven y adultos es fácil entenderse en inglés; por el contrario, con la gente mayor cuesta más porque pocos lo hablan. Es por eso que si vais a comprar, y lo hacéis en lugares autóctonos es bueno aprender algunas palabras, como ya he comentado, sobre todo los números y los tratos que hay que utilizar según a quienes nos dirigimos. Aquí un pequeño esquema de los tratamientos:

 

Dinero

La moneda de Vietnam es el dong vietnamita. Yo cambié los euros que llevaba en el aeropuerto, puesto que no hay billetes vietnamitas disponibles en ninguna caja o banco español (o almenos esta es la respuesta que yo recibí al pedirlo). Aun así, los vietnamitas aceptan euros y dólares (o la mayoría de ellos) lo que pasa es que es más fácil que nos engañen con el cambio. Lo que yo hice fue irme con euros y entonces en el mismo aeropuerto de Hanoi cambiarlos a dongs.

La moneda va variando de valor de forma que antes de irse es bueno consultar cuál es el valor de un euro en dongs. Es importante no llevar mucho dinero encima, ya que con poca cantidad (lo que aquí nos parecería poco) es suficiente; para poner un ejemplo, una buena cena en un restaurante (no de calle, sino tal y como aquí lo conocemos) nos puede costar, comiendo muy bien, entre 3 y 5 €. Esto, uno de los más caros, cosa que será poco habitual si vamos más “de poca monta” puesto que la mayoría de comidas, no pasarán del euro.

Es importante llevar tarjeta de crédito, porque puede ser que se nos acabe el efectivo y tengamos que sacar algo en un cajero automático. Antes de salir de España es recomendable ir a nuestra entidad bancaria para que nos aseguren que todo está correcto y la tarjeta funciona correctamente. Para más seguridad y tranquilidad nos la podemos hacer de crédito, así siempre podremos sacar dinero (a diferencia de la débito). Cuando sacamos dinero es bueno que saquemos bastante cantidad, puesto que cada vez que lo hagamos nos cobrarán comisión.

 

Alimentación

La base de la alimentación vietnamita es el arroz. Todos los platos, o la gran mayoría, llevan, de alguna manera, arroz: fideos de arroz (noodles), arroz, espaguetis de arroz, rotllitos de arroz, etc. Esto se acompaña con sopas, verduras, peces o carnes pero el primer ingrediente siempre está.

Su cocina es más ligera, en primer lugar porque hacen un único plato, tampoco hacen postres y se lo comen en un bol pequeño (como un bol de sopa) que van llenando de arroz y del alimento acompañante (verdura, pez, carne, etc.). En general la cocina vietnamita es saludable y buena; solo hay que tener en cuenta que nosotros no estamos acostumbrados a comer arroz cada día y esto puede comportar estreñimiento, por lo tanto puede estar bien llevarnos algún medicamento en el supuesto de que esto pase. Si no pensamos en eso, comer col hervida nos puede ayudar también.

En el caso de los vegetarianos estrictos, quizás los costará más encontrar alternativas al arroz. Mi caso no es del todo así, pero tengo que decir que antes de salir hacia Vietnam hacía mucho de tiempo que no comía carne. Sin embargo, una vez ahí en algún momento casi no tuve más remedio que hacerlo, o bien porque éramos invitados en casa de alguien o bien porque no había muy más opciones (en el lugar donde estábamos solo servían uno o dos platos con carne. Tenemos que pensar que la variedad de platos en los restaurantes no es ni mucho menos como en los europeos!). Aun así, la manera de cocinarla es diferente y me gustó. A menudo, cuando viajamos tenemos que dejar las manías y “ideales” de banda, puesto que, si no, puede resultar en una experiencia no tan agradable para nosotros, y también por nuestros compañeros, que siempre los haríamos adaptar el lugar donde comer según nuestras especialidades culinarias.

 

Viajar antes o después del campo

Personalmente, pienso que es mejor viajar después del campo o bien durante, como hice yo. Está claro que cada cual tiene un plan de viaje, pero si tenéis ganas de compartir la experiencia de viajar junto con el resto de voluntarios, que acontecen ser vuestros amigos y familia, lo mejor es hacerlo al final, dado que el conocimiento entre vosotros es mayor y quizás, durante la estancia en el país, ya habréis hecho pequeñas excursiones con ellos a lugares próximos, de forma que ya os conocéis un poco. Si lo hacéis antes casi seguro que viajaréis solos, si esta es vuestra idea, pues da igual cuando hacerlo; pero si queréis compartirlo con el resto de la gente, lo mejor es que lo hacéis después. Una última cosa, si el grupo es mayor, seguramente habrá más discrepancias en la hora de escoger itinerario, lugares para comer, etc. Si vais con grupo reducido y os entendéis bastante, el viaje resulta más sencillo y llevadero puesto que enseguida se llega a un consenso. Con todo, pero, desde mi punto de vista, viajar con los voluntarios, sean más o sean menos, es fantástico! Una de las mejores experiencias de haber ido a hacer el campo!

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