VJF/ESC 3.3 Berlin Forest House (2023)

VJF/ESC 3.3 Berlin Forest House (2023)

 

Tipo y año del proyecto

Campo de trabajo de corta duración, 2023

Organizació de acogida

VJF

País i ciutat de destí

Alemaña, Berlín

La preparació del viatge

En cuanto a la ropa, yo llevé un poco de todo. Llevaba unas cuántas camisetas viejas que no me importaba que se echaran a perder (estuvimos pintando paredes bastantes días y, por mucho que quieras vigilar, siempre te ensucias la ropa con pintura) y  llevaba ropa de vestir normal por cuando por la tarde hacíamos turismo por la ciudad. Mucha gente llevó solo dos mudas viejas que iban combinando día sí día no al trabajo y el resto era todo ropa «bonita», pero esto al final depende de la persona y de lo «arreglada» que seas. Toda mi ropa, por ejemplo, me podía servir tanto por una cosa como por la otra, a pesar de tener dos camisetas también más viejas y sucias para pintar.

Recomiendo llevar unos zapatos bastante viejos y destrozados cuando pintáis y trabajáis. Yo llevé unas bambas normales y unas sandalias (por los días más calurosos) para hacer turismo y, aparte, unas bambas viejas y medio rotas para trabajar.

También llevar crema solar, gorra, bañador y toalla. Si el lugar de alojamiento es el mismo que el nuestro, teníamos un río al lado donde nos podíamos bañar.

Allá el verano no es tan caluroso como aquí, por eso es importante que llevéis también ropa de abrigo. Yo llevé dos texanos largos y sudadera y por las noches siempre me los acababa poniendo.

No os olvidéis de llevar también toalla y chanclas por la ducha y neceser con todo lo necesario. Si tenéis tendencia a tener la piel seca, recomiendo que os llevéis un bote pequeño de crema hidratante porque allá el agua reseca muchísimo la piel y, al principio puede parecer tolerable, pero cuando ya llevas dos semanas se nota mucho.

En cuanto al transporte, si vais en avión cogéis los vuelos lo más bien posible porque os salga más barato y os devuelvan todo el precio del vuelo (si es muy caro, entonces quizás solo te devuelven una parte pero no todo lo quiere entero).

A Berlín desplazarse también es bastante caro, nosotros cogimos un billete de 40€ que dura 7 días y te sirve para coger cualquier tipo de transporte (el resto de días íbamos echando con billetes sencillos). Se tiene que tener en cuenta que allá no hay vallas ni nada, así que te puedes colar fácilmente en el tren, no obstante, de vez en cuando pasan revisores y ojo que la multa es de 60€.

Sobre el país

Berlín es una ciudad maravillosa. Es todo muy nuevo y esto también se nota. Una de las cosas que más me gustó es la gran cantidad de zonas verdes que tienen, hay parques inmensos con césped e incluso bosques en medio de la ciudad (como la casa a la que trabajamos). Sorprende mucho ver toda la gente joven que hay, está lleno de gente joven en la calle con birras. Esto también es una cosa que me impactó bastante, siempre que andes por un parque o cerca de un parque, te encontrarás gente con cervezas en las manos; incluso dentro de los buses te puedes encontrar gente con una cerveza en la mano y no pasa nada ni nadie dice nada.

También, ahora ya me ha quedado claro que Berlín es la ciudad del techno, es imposible que no escuches tecno mínimo dos golpes en el día: incluso nos encontramos en algún parco gente que se llevaba su tabla de DJ y se ponían a bailar tecno allá en medio. Estas son las cosas que más me sorprendieron porque aquí sería indispensable hacer algo así en medio de un parque de la ciudad. Lo mejor de todo es que los parques son tan grandes y hay tantos que, si simplemente quieres estar tranquilo estirado al césped haciendo un picnic con tus amigos, también puedes. Personalmente, por ejemplo, no me gusta nada el techno y disfruté de todos los parques igual sin tener que escucharlo.

Otra cosa que me encantó de Berlín es el uso que le dan a las botellas (tanto de vidrio como de plástico); muchas de ellas tienen un sello que indica que las puedes devolver al supermercado y a cambio te devuelven 25 céntimos de los que has pagado por ellas anteriormente.

En cuanto a la gente, todo el mundo es muy respetuoso y son muy agradables. Me sorprendió que, tanto el encargado de la casa donde trabajábamos como los que estaban por la casa donde dormíamos no entendían el inglés o lo hablaban muy poco. Esto dificultó un poco la comunicación entre nosotros pero al final nos acabamos entendiendo de una manera u otra.

Estilo de vida 

El transporte a todo Berlín está súper bien, puedes coger metro, tren, tram y/o bus y puedes llegar a todas partes bien con cualquiera de ellos. Nosotros los utilizamos todos en algún momento u otro.

En general los precios yo diría que son bastante similares a los de aquí a pesar de que son algo más caros. Yo llevé 200€ en efectivo pero volví que me sobraron bastantes. También es cierto que la organización nos lo pagaba casi todo. Es muy importante que siempre que compréis algo cojáis el ticket porque así después la persona responsable de tu campo (campo-leader) te puede devolver el dinero que te has gastado (siempre y cuando no sea alcohol, souvenirs…, tiene que ser comer o agua)

El entorno del proyecto 

Casi todas las tardes íbamos al centro a hacer turismo y visitar lugares nuevos. No salimos de la ciudad pero pudimos conocer esta al por menor. No obstante, si vais el fin de semana a visitar una ciudad próxima como Postdam, lo podéis hacer. Teníamos mucha libertad para hacer el que queríamos, por eso en más de un momento nos separamos en grupos pequeños y cada cual iba a visitar lo que más le interesaba.

Hay muchos museos gratuitos o muy baratos si llevas el carné de estudiante así que también visitamos bastantes museos, la mayoría sobre la 2ª guerra mundial, el holocausto… Nos dio tiempo de sobra para visitar todo

Un pequeño resumen de la experiencia

La experiencia ha sido brutal. Me ha encantado hacer este voluntariado.

El primer día fue de acogida, yo llegué de las primeras junto con dos chicas más que nos habíamos puesto en contacto porque llegábamos al aeropuerto aproximadamente a la misma hora. Como había gente que llegaba por la noche, nosotros fuimos al supermercado a buscar comer para hacer la cena aquel día (al ser dos españolas, decidimos hacer tortilla de patatas para todos).

El resto de días nos repartimos el trabajo: cada día había dos personas que no iban a trabajar y se quedaban en casa haciendo la comida, cenar y fregando los platos. Esto estuvo muy bien porque pudimos probar platos de todas las culturas (comer turco, francés, italiano, griego…) y nos aseguramos que cada día comeríamos un plato elaborado.

Normalmente nos levantábamos a las 8:30h aprox., almorzábamos y marchábamos hacia la casa donde trabajábamos (Waldhaus). Del alojamiento a la Waldhaus había unos 30-40min, teníamos que andar unos 15min, después coger un tram (solo eran dos paradas) y después andar por el parque unos 15 minutos más hasta  la casa. Allá el trabajo fue bastante relajado. Los dos primeros días estuvimos sacando hojas secas del alrededor de la casa, el resto de días nos dedicamos a pintar las paredes del comedor de la casa (escogimos el color que queríamos y cómo lo queríamos hacer) y también pintamos las dos fachadas de la casa. Ya los últimos días, mientras unos acabábamos de repasar la pintura de las paredes, otros tuvieron que echar una valla abajo y entre todos tuvimos que hacer una nueva. Parece mucha cosa pero teniendo dos semanas hubo tiempo de sobra. Normalmente llegábamos allá a las 9:30h/*10h aprox y a las 13h volvíamos hacia casa donde ya nos esperaba la comida.

Después de comer siempre descansábamos un poco y después cogíamos el tren en el centro para hacer turismo. Como éramos muchos, normalmente no salíamos todos juntos. Los más rápidos acostumbraban a salir temprano de casa mientras que otros más lentos o que estaban más cansados iban más tarde. Por eso también veíamos las cosas en grupos diferentes y después quedábamos en algún punto para encontrarnos todos (la gente que quería marchar antes a casa marchaba y los que se querían quedar más rato pues íbamos a algún bar o a seguir viendo ciudad).

Tengo que decir que no dormimos mucho puesto que volvíamos tarde o nos quedábamos hasta tarde hablando y por la mañana teníamos que madrugar para ir a trabajar, pero considero que merece la pena, ya puedes recuperar horas de sueño al volver 😉 Y si algún día estabas muy cansado, siempre había alguien como tú que quería volver antes a casa para dormir.

Sin duda, una de las mejores cosas del voluntariado fue la relación con los compañeros y camp-leaders. Hemos hecho una amistad muy bonita entre todos, desde un primer momento hubo muy buen rollo y todo el mundo es super amable y respetuoso. Personalmente me lo pasé súper bien, reímos mucho y hemos creado unos muy buenos recuerdos todos juntos

Inés A. C

 

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